sábado, 6 de noviembre de 2010

Las 10 principales estrategias de manipulación mediática




El reconocido y siempre crítico, Noam Chomsky, una de las voces clásicas de la disidencia intelectual durante la última década, ha compilado una lista con las diez estrategias más comunes y efectivas a las que recurren las agendas “ocultas” para establecer una manipulación de la población a través de los medios de comunicación.

Históricamente los medios masivos han probado ser altamente eficientes para moldear la opinión pública. Gracias a la parafernalia mediática y a la propaganda, se han creado o destrozado movimientos sociales, justificado guerras, matizados crisis financieras, incentivado unas corrientes ideológicas sobre otras, e incluso se da el fenómeno de los medios como productores de realidad dentro de la psique colectiva.

¿Pero como detectar las estrategias más comunes para entender estas herramientas psicosociales de las cuales, seguramente, somos partícipes? Afortunadamente Chomsky se ha dado a la tarea de sintetizar y poner en evidencia estas prácticas, algunas más obvias y otras más sofisticadas, pero aparentemente todas igual de efectivas y, desde un cierto punto de vista, denigrantes. Incentivar la estupidez, promover el sentimiento de culpa, fomentar la distracción, o construir problemáticas artificiales para luego, mágicamente, resolverlas, son sólo algunas de estas tácticas.

1- La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2- Crear problemas, después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3- La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4- La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5- Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad .

6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9- Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!

10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.



La maquinaria mediática de control social está en marcha y con más fuerza que nunca. Creo que se vienen tiempos difíciles y peligrosos nuevamente ya que la manipulación de los medios ha hecho pensar a la población de varios países con gobiernos que no son de derecha (como España y Estados Unidos), de que sus gobernantes son los culpables de las crisis que les agobian.
Han logrado borrar de la memoria colectiva a los verdaderos culpables de sus miserias económicas. Ya nadie recuerda los miles de millones de dólares invertidos en la guerra de Irak y que beneficiaron directamente a Bush y a su clan neoconservador. Que fueron los republicanos al mando de Bush Jr. quienes le dieron rienda suelta sus amigos banqueros, para meternos en una crisis mundial que además benefició a los mismos bancos que luego recibieron ayudas multimillonarias, pero que finalmente se destinaron a pagar desproporcionados bonos para sus ejecutivos, enriqueciendo en forma ilícita a algunas de las personas más peligrosas de este planeta, en vez de beneficiar a quienes realmente lo necesitaban.  Nadie recuerda en España que los problemas comenzaron de la mano de Aznar y Bush. Que Zapatero ha tenido que destruir su imagen política tratando de evitar un desastre que era imposible de evitar, buscando soluciones sin tener que sacrificar la calidad de vida de su pueblo. Pero los bancos (entidades privadas controladas por el capitalismo puro y duro) dijeron que NO a los créditos para las PYMES, haciendo aun más grande la herida social en España provocada por el desempleo. Con esto la imagen del gobierno de Zapatero cayó en picada y la derecha carroñera aprovechó de destripar al agonizante gobierno con falacias como “¡Zapatero es el culpable de todo!”, apoyado por el periodismo servil y mercenario de algunos medios importantes como el canal de televisión “Antena 3” o “Telemadrid”, logrando así convencer al borrego urbano promedio, de que todo lo malo, era culpa del sistema socialista desde sus raíces.
Pero no son los actuales gobiernos de izquierda los culpables de las crisis, ellos solo han tenido la “mala suerte” (planificada al dedillo por la derecha, la banca y algunas multinacionales) de gobernar en la etapa más dura de una crisis provocada por quienes dicen ahora tener formulas mágicas, para sacarnos de los problemas en que ellos mismos nos metieron.

La hábil manipulación de los medios, han hecho pensar a la gente de que es mejor tener "lobos cuidando el gallinero".

Si Rajoy gana en España las próximas elecciones, les dejo firmado que nada va a mejorar y que las cosas solo van a empeorar. Nada le gusta más a los gobiernos de derecha que pedir dinero al FMI, al Banco Mundial y así presionar al pueblo a vivir como esclavos de unas políticas abusivas exigidas por estas entidades como condición y de una deuda eterna que se pagará con el sacrificio de cada ciudadano español a un costo social que nadie les va a pagar nunca.

Y si los republicanos recuperan el poder, el pueblo norteamericano perderá todos los avances logrados en materia de salud, probablemente se reenviarán tropas a Irak, Afganistán o se inventarán nuevas invasiones para seguir robándole al pueblo, los fanáticos Cristianos controlarán las políticas internas y externas con retoques fundamentalistas, la CIA volverá con sus torturas ilegales, Guantánamo seguirá abierta, la industria militar recuperará su poder.... y el mundo también tendrá que pagar las consecuencias de un nuevo régimen de oscuridad, guerras y más crisis para todos.