sábado, 11 de septiembre de 2010

La sociedad del miedo


La fe y el miedo son como las caras opuestas de una misma moneda. Así como la fe mueve montañas, el miedo también puede hacerlo. La fe da esperanzas, optimismo, energía para luchar contra la adversidad, te ayuda a prosperar, a superar obstáculos, tragedias y situaciones difíciles en general. Por el contrario, el miedo te paraliza, bloquea, perturba, evita que pienses con claridad y que actúes en forma coherente y civilizada. Hay infinidad de ejemplos que podría mencionar, pero estoy seguro que todos ustedes ya han vivido de una u otra forma un momento de fe y de miedo con sus respectivas consecuencias. Hay muchos tipos de miedos, pero a un nivel social, se podría decir que estos últimos 10 años los hemos vivido todos y lo que estamos viviendo, es el resultado de la suma de todos esos miedos. Para ciertos políticos muy influyentes, lo que da buenos resultados para conseguir votos, mantener una buena imagen publica y por sobre todo controlarnos, ya no son las promesas de crear un mundo mejor, porque ya nadie les cree. Lo que realmente funciona ahora son las promesas de que el mundo puede ser un lugar mucho peor de lo que es, si no nos protegen ellos de cosas como el terrorismo y otras amenazas que hemos podido experimentar en carne propia estos últimos años.
Desde el 11-S, han habido varias guerras, crisis económicas, pandemias, catástrofes naturales como el huracán Katrina o los terremotos de Haití y Chile, inundaciones, derrames de petróleo y otras situaciones menos evidentes (para algunos) como el extraño accidente del vuelo Air France 447 en donde murieron 228 personas y que aun está sin explicación o la muerte del presidente Polaco Lech Kaczynski en un “accidente” aéreo o las masacres en México.... No recuerdo 10 años más duros para la humanidad desde las grandes guerras. Y el factor que tienen en común todos estos eventos, es el miedo. Y el miedo es también el culpable de que la gente se acobarde, que no pida explicaciones cuando nuestros políticos abusan de su poder, que no salgan a las calles, luchen por sus derechos y que en definitiva adoptemos esta actitud de “para que me voy a involucrar si no es problema mío”. Hace un tiempo atrás una amiga me dijo esa frase. Según ella, las conspiraciones son problemas de otros y que nunca le van a afectar. Entonces le pregunté si ella iba a poder mantenerse al margen de una pandemia provocada por un virus de laboratorio o de una crisis económica planificada o incluso de un atentado terrorista en nuestro país. Obviamente no supo que contestar, porque en cualquier momento podemos ser víctimas de una conspiración. Por eso debemos estar atentos, informarnos por diversas fuentes, en especial las alternativas en internet como el blog “Señales de los Tiempos (Sing of the times)” o “Aporrea.org”, “Wikileaks” o "Rebelión.org". No debemos conformarnos con al portada de las noticias de la tele o los diarios o cualquier medio tradicional. Ellos están controlados por los mismos grupos económicos que están destruyendo nuestras vidas y nuestro planeta. Y cada vez que encuentres información que pueda ser útil para el resto, divúlgala, usa tu facebook para informar, no solo para juntar amigos que ni conoces y escribir “que buena tu foto” o “jajaja...”, “hoy comeré tallarines”. Aprovechemos los medios que tenemos a nuestro alcance. Gracias a las redes sociales tenemos un medio masivo a nuestra disposición ¡y gratis!, usémoslo. Si vieran mi muro personal en facebook, parece un verdadero diario electrónico, pero sin auspiciadores ni nadie que me pueda presionar. Tengo mi propio medio de comunicación y es ¡totalmente independiente! . Hagamos redes de comunicación internos antes de que los grupos de poder nos quiten el único medio libre de información que existe, internet. Varios países y corporaciones ya están bloqueando el acceso libre a la red. Ya hay 25 países que censuran internet y siguen sumándose.
Una comunidad bien informada es muy difícil de engañar y de controlar. Hay algo que hay que tener claro, y es que la información es “PODER”. Mientras más información manejes y divulgues, más libre serás, estarás más cerca de la verdad y por lo tanto, estaremos todos más seguros como sociedad. Los gobiernos y las multinacionales no nos van a ayudar, solo nos quieren explotar. Así es que si no nos cuidamos entre nosotros, nadie lo hará. Dejemos de lado nuestras diferencias, ellos utilizan la máxima “divide y vencerás” aplicándola a nuestra diversidad social y en especial religiosa. Dejemos de lado el insulto al que no cree en lo mismo que nosotros, o al que piensa diferente en cualquier sentido. Somos todos diferentes y ojala hubiera una religión diferente por cada persona que hay en la tierra. Así no habría masas de gente luchando contra otras. Seríamos todos independientes, respetando al resto y solo buscando un crecimiento personal, individual. Sin intermediarios, sin dogmas y sin que nadie nos diga en que creer o cuando debemos elevar una oración. Dejemos que cada uno crea en lo que quiera y unamos fuerzas en contra de quienes nos quieren sacrificar para conseguir sus siniestros objetivos.

Solo la unión y la verdad nos hará libres. Es la única forma de evitar un nuevo 11-S.

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